Calor, calor y más calor, eso nos deja el balance de la última semana de las que solo rescatamos las noches hermosas para pasarlo al aire libre, con el poncho de las estrellas y la luna menguante.

Ayer y hoy los termómetros estiraron el mercurio hasta más allá de los 40 grados, a la espera que mañana afloje y llegue el agua, que lejos estará de colmar las necesidades, con unos 10 mm a lo sumo entre lunes y martes en nuestra región y por ahí algo más o algo menos. 

Después de eso no se ve con claridad que febrero ofrezca grandes ocasiones de más precipitaciones, lo que difiere al menos en nuestra región, de lo que debiera ser el famoso debilitamiento de La Niña o  larga transición hacia un escenario más propicio para el campo. 

Lo mejor de la inestabilidad será el descenso de la temperatura, unos 10 grados menos en las marcas más altas, es decir unos 30º C, algo que se podría pronunciar el jueves, llegando las mínimas a los 15 grados.