Sigamos creyendo que puede ser posible, casi como una plegaria o como una danza ritual, invoquemos a los dioses de la lluvia, si los hubiera, e imaginemos que va a pasar.

Por ahora la mayoría de los servicios meteorológicos mantienen la chance de lluvia para el sábado, situación que debe ser interpretada con optimismo y no por lo que esa tormenta deje en los pluviómetros, más bien como la ratificación del inicio, leeeeeeento, del cambio de tendencia.

No es que hay que salir corriendo a comprar harina y grasa pensando que la demanda hará subir por las nubes el precio de estos insumos esenciales, no!. Eso sería un pecado y hasta quizá una anticábala que termine corriendo las nubes.

Además, como la lluvia sería a la madrugada y a la tarde nos tomaríamos otro plato de sopa de sol, puede que tenga que esperar al miércoles, cruzando los dedos para que ese día, si, la tardecita nos regale el milagro de las tortas fritas