La Niña se despide luego de tres campañas consecutivas


Desde la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) repasan que durante el mes de diciembre se observó un debilitamiento del enfriamiento (La Niña) de la superficie del mar en el Pacífico Ecuatorial Central y también en profundidad. Sólo permanece un remanente frío en el este del área, es decir, cerca de la costa de Ecuador. Sin embargo, el efecto sobre la atmósfera no habría disminuido aún, ya que se siguen observando las características anomalías en el viento y la convección que genera la presencia de La Niña.
En general, el sistema acoplado océano-atmósfera continuó reflejando La Niña. Es un momento de transición, con lo cual la precisión de los pronósticos es menor y, por ende, es mayor la incerteza. Así y todo, la mayor parte de los modelos prevé la finalización de La Niña y el paulatino paso a una situación neutral.
Los modelos dinámicos indican que la transición tendrá lugar entre enero y marzo, mientras que los estadísticos la sitúan entre febrero y abril. Según el IRI, los expertos se inclinan más por esta segunda opción.
En la figura siguiente se puede ver que la probabilidad de La Niña baja drásticamente en los primeros meses del año y prevalece la probabilidad de estado neutro hasta el inicio de la primavera. Aunque es muy prematuro aún, se prevé en primavera mayor probabilidad de El Niño.
Figura: Pronóstico de probabilidad oficial de CPC ENSO, basado en un consenso de pronosticadores de CPC e IRI. Se basa en información observacional y predictiva de principios de mes y del mes anterior. Utiliza el juicio humano además de la salida del modelo.